Actualmente vivimos un clima tenso en torno al vehículo eléctrico. Nos referimos no solo a las ventas en declive, especialmente en Europa, sino también a las disputas sobre las materias primas. La disputa comercial entre China y otros países por el origen de los elementos de las baterías de coches eléctricos ha llevado a que a partir de 2027, cada vehículo de cero emisiones llevará un “pasaporte” para verificar su legalidad.
Este proceso es similar al de las personas que necesitan documentación válida para viajar entre regiones. Ahora, esta medida se aplicará a los vehículos, con Volvo como pionero. La marca sueca, conocida por democratizar tecnologías de seguridad, ahora proporcionará información detallada sobre la composición de sus baterías.
Anticipación de tres años
El modelo pionero en esta iniciativa será el EX90, fabricado en Carolina del Sur (Estados Unidos), y llegará a los mercados europeos y estadounidenses entre octubre y noviembre de este año. Se implementará un documento en formato QR en el lateral del vehículo, donde el cliente podrá conocer el origen de las materias primas de la batería, la presencia de cobalto, níquel o grafito, el uso de materiales reciclados en el vehículo, las emisiones de dióxido de carbono en la fabricación y el país de origen del vehículo. La introducción del “pasaporte” antes de la fecha límite busca la transparencia de los fabricantes de automóviles. Volvo tiene como objetivo ser una empresa completamente eléctrica para el año 2030.