Los vehículos eléctricos modernos, especialmente aquellos de mayor tamaño con una autonomía teórica superior a los 500 km, ¿son realmente aptos para viajes largos o aún siguen rezagados con respecto a los vehículos de combustión? Para resolver esta incógnita, realizamos un viaje de ida y vuelta de Barcelona a Ginebra en el marco del salón del automóvil de Ginebra, llevando dos modelos de BMW Serie 5: un 520d xDrive diésel de 197 CV y un i5 eDrive 40 eléctrico de 340 CV. Aunque el diésel obtuvo resultados superiores, la diferencia no es tan significativa como se podría pensar.
Características de los modelos de BMW Serie 5
El BMW Serie 5 520d xDrive diésel cuenta con un motor híbrido ligero de 197 CV, tracción en las cuatro ruedas y una caja de cambios automática de 8 velocidades. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 228 km/h. Con un consumo homologado de 5,5 litros por cada 100 kilómetros, su autonomía teórica es de 1.090 km. Por otro lado, el BMW i5 eDrive 40 tiene un motor eléctrico de 340 CV y una batería con capacidad neta de 81,2 kWh. Con una autonomía homologada de 579 km, acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente a 193 km/h.