Toyota ajusta hacia abajo su meta de producción global de vehículos eléctricos hasta 2026, planeando fabricar un millón en los próximos dos años. Volkswagen, por otro lado, se enfrenta a dificultades en el mercado de vehículos eléctricos, considerando el cierre de fábricas en Alemania. El Gobierno japonés, por su parte, destina fondos para subvencionar la producción de baterías en el país, mientras Toyota avanza en un proyecto de baterías de estado sólido para 2026.
Reducción de objetivos de producción
Toyota ha reducido su objetivo de producción mundial de vehículos eléctricos hasta el año 2026, con planes de fabricar un millón de estos vehículos en los próximos dos años. Esta decisión se suma a la tendencia de los fabricantes automotrices de ajustar sus objetivos de producción y ventas de vehículos eléctricos en respuesta a las condiciones actuales del mercado.
Cambios en la estrategia de Volvo y Mercedes-Benz
Volvo ha decidido abandonar su objetivo de vender exclusivamente vehículos eléctricos para el año 2030, en cambio, planea que entre el 90% y el 100% de sus entregas sean coches electrificados. Por otro lado, Mercedes-Benz ha modificado su objetivo para que la mitad de sus ventas sean coches electrificados en el año 2030, ampliando el plazo originalmente establecido para el 2025.
Desafíos para Volkswagen en el mercado de vehículos eléctricos
Volkswagen se enfrenta a una grave crisis debido a la disminución de sus ventas y a su rezago en la carrera por el liderazgo en el sector de vehículos eléctricos. La compañía está considerando el cierre de dos fábricas en Alemania, una medida sin precedentes en su historia. Para impulsar las ventas, el Gobierno alemán ha anunciado un paquete de ayudas que permitirá a las empresas deducir hasta un 40% del valor de un coche eléctrico.
Inversiones en producción de baterías y avances tecnológicos
El Ejecutivo japonés destinará importantes recursos para subvencionar la producción de baterías en el país, con el objetivo de aumentar la capacidad productiva en un 50%. Por otro lado, Toyota ha obtenido la aprobación del Gobierno japonés para su proyecto de baterías de estado sólido, que se espera iniciar la producción en 2026. Este avance tecnológico promete mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos y reducir costos, marcando un hito en el sector automotriz.