Existe preocupación por el impacto de los vehículos chinos en el mercado internacional. Mientras Europa analiza cómo proceder, Estados Unidos ha decidido incrementar los aranceles a los vehículos eléctricos provenientes de China, pasando del 25 % al 100 %, con el objetivo de proteger a su industria nacional.
Impacto de las Medidas
El gobierno estadounidense no solo ha aplicado estos aranceles a los coches chinos, sino que también ha ampliado estas medidas proteccionistas a otros sectores como las placas fotovoltaicas, semiconductores y grúas. Estas decisiones están motivadas por la necesidad de salvaguardar a los ciudadanos estadounidenses de las prácticas comerciales consideradas desleales por parte de China. Estas restricciones afectarán a importaciones por un valor estimado en 16.667 millones de euros.
Cambio de Enfoque
A diferencia de Europa, Estados Unidos busca evitar que los incentivos para la compra de vehículos eléctricos beneficien a empresas extranjeras, priorizando así el fortalecimiento de su propia industria. Además, se prevé que en 2024 se incremente los aranceles a las baterías de iones de litio utilizadas en vehículos, así como a sus componentes, del 7,5 % al 25 %.
Repercusiones en la Industria
El aumento de aranceles no solo se limita a los vehículos y baterías, sino que también se extiende a otros sectores como el acero, aluminio, semiconductores y productos sanitarios. Estas medidas responden a la preocupación de las autoridades estadounidenses por la capacidad de China de controlar una gran parte de la producción mundial de insumos críticos, lo que podría poner en riesgo la seguridad económica y las cadenas de suministro del país.
La respuesta de China ante estas nuevas medidas proteccionistas podría marcar un punto de inflexión en las relaciones comerciales entre ambas potencias.